CONOCI A UN SER DE LUZ

Desde el día que lo conocí, me ha brindado su mano un ser de inmenso amor, luz y sabiduría. Me ha ayudado y enseñado bastante para ser más fuerte y mejor cada día. Me hace sentir la seguridad en mí mismo, la confianza en el fluir de la vida y me aconseja frecuentemente qué como él, les brinde ayuda, respeto, amor y paciencia a los demás.
También me ha mostrado diferentes caminos, perspectivas y oportunidades, pero nunca ha intervenido con mi libre albedrío.
Él me muestra continuamente mi dualidad. En la oscuridad nunca me abandona, me brinda paciencia y confianza, y en la luz, potencializa mis virtudes y disfrutamos juntos de la armonía.
Me conoce muy bien y al mismo tiempo, me ayuda a conocerme mejor y a destruir patrones mentales que pueden dañarme.
También me ha demostrado que para conocer o ayudar a los demás, primero debo hacerlo conmigo, pues en los demás ahora puedo ver las victorias y fracasos que antes he vivido. Ahora sé un poco más cómo apoyar a otros para brindarles lo que me sea posible.
Éste ser de luz, "Yo Superior o Consciencia Divina," siempre estará con nosotros para apoyarnos.
Justo en nuestro interior, en lo profundo de la consciencia, pues es nuestra propia escencia esperando ser llamado, para escucharlo, percibirlo, sentirlo y así brindarnos toda luz, amor y sabiduría. Él y yo somos uno mismo, es mi consciencia, lo que de verdad soy, alejado de miedos e inseguridades y abrazando al amor y la confianza. Éste ser es mi mejor maestro, el más grande de todos mis maestros, porque él, en su última instancia y en su nivel más profundo, soy yo mismo.